El gobierno y casi todos los medios de comunicación siguen
empeñados en vender un inusitado optimismo entorno a la recuperación económica.Acabamos de conocer las últimas
cifras de desempleo y de afiliación a la seguridad social, y aunque indican un
incremento de afiliaciones a la seguridad social y un descenso del paro
registrado, no es menos cierto que estos datos tienen que ver claramente con
una situación estacional, con una contratación de carácter temporal debido a la
semana santa y a contratos de la campaña estival, se observa como casi toda la
contratación se debe al sector de hostelería.No obstante, soy de la opinión de
que nuestro sindicato no debería confrontar contra la anunciada “recuperación
económica”, ahora bien, si debemos denunciar la magnitud de la trompetería
mediática que la acompaña.Yo estoy convencido de que la
Troyka que impuso el duro ajuste económico que sufrimos, no fue capaz de prever
el desastre que en materia de empleo supondría dicho ajuste, por lo que a estas
alturas, ya deberían de reconocer el gran error que éstas han supuesto.El paro español y el europeo alcanzan
cifras no conocidas desde el fin de la segunda guerra mundial.En España hay en estos momentos
2.500.000 personas menores de 35 años en paro, y hay 13.000.000 de trabajadores que deben
evaluar su cualificación profesional.Para este enorme colectivo, la
alternativa cada vez más afianzada entre la patronal es un salario inferior al
Salario Mínimo Interprofesional.Más de 3.500.000 de trabajadoras
y trabajadores españoles llevan entre uno y dos años en paro, el 60% de ello
más de dos años.Son unos datos tan preocupantes
que merecen poner en sordina la trompetería triunfal anteriormente mencionada.Para Angela Merkel, las abultadas
cifras españolas y europeas seguramente no revisten la gravedad que a mí me
merecen, antes al contrario, sigue repitiendo el “mantra” de que la austeridad
y el crecimiento económico son dos caras
de misma moneda.
Ese empecinamiento no tiene
justificación, es justamente en las situaciones de desempleo masivo, cuando el
Estado tiene el deber de asistir a aquellas personas más necesitadas, no puedo
llegar a entender como una dirigente política que es representante de un
partido que se denomina “demócrata cristiano” puede ser tan inmune a las
situaciones de extrema necesidad por la que están pasando millones de
ciudadanos europeos, salvo que entorno a los servicios públicos el capitalismo
voraz, del que ella es fiel servidora, pretenda hacer negocio y me explicaré.
La Unión Europea representa el 7% de la población mundial, el 25% de la
productividad mundial y lo que es más importante el 50% del gasto mundial de
gasto social, y es precisamente en este último elemento donde el gran capital
pretende hacer un gran negocio, con la excusa de disminuir el déficit público
de la mayoría de los países europeos privatizar los servicios públicos europeos
que dan cobertura justamente a las personas en situación de precariedad.
Las políticas de ajuste
impulsadas por la derecha europea pretenden reducir el presupuesto de la Unión
Europea en un 3´5%, el total de ese presupuesto representa el 1% del PIB
europeo, y los sindicatos afiliados a la Confederación Europea de Sindicatos
entre los que se encuentra la UGT estamos exigiendo justamente lo contrario, es
decir, que el presupuesto europeo aumente hasta el 2 % del PIB, lo que
generaría el dinero suficiente para crear entre 9 y 10 millones de de empleos
estables, y además combatir eficazmente el fraude fiscal que en Europa se
calcula en 1 Billón de euros cada año. Debemos saber que el total de dinero
europeo invertido en el rescate bancario asciende de momento a 5 Billones de
euros, siendo esto así parece que la
propuesta sindical no sea exagerada.
Toda la política económica
impulsada por la Troyka se encamina a supeditar la política a la economía y ese
desde luego no es el proyecto europeo al que aspiramos desde la UGT, para
nosotros Europa debe ser un proyecto de integración social y territorial, donde
las personas más necesitadas encuentren el espacio de solidaridad capaz de
resolver los problemas generados por el estallido de la burbuja inmobiliaria y
que el Banco Central Europeo fue incapaz de prever y controlar.
Ahora tenemos la posibilidad de
cambiar este estado de cosas en la Unión Europea, el próximo 25 de Mayo tendrán
lugar las elecciones al parlamento europeo, es la primera vez que los diputados
y diputadas elegidos podrán a su vez elegir al presidente de la Comisión, es el
momento de participar, evaluar los programas electorales y votar en
consecuencia.
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